-Catastrophic Magic Band-
En mis locuras de niño
aún delirio recordando,
al maestro preguntando
qué sería de mayor.
Yo decía que soñaba
con ser atracador de bancos,
de los de gabardina y guante blanco,
descapotable y pistolón.
Y un día de mayor
me dije no lo pienses tanto,
y atraca ya ese banco
que es canalla y usurero.
Y cuando me presenté
con mi gran gabardina,
la pistola encima,
abrí la caja fuerte
y maldita mi suerte,
¡no había dinero!
Por lo visto me entretuve,
y antes que llegará yo,
se lo había llevado el banquero.
Juan Carlos Aragón Becerra
-Consejo amistoso a un montón de jóvenes-
Id al Tibet.
Montad en camello.
Leed la Biblia.
Teñid vuestros zapatos de
azul.
Dejaos la barba.
Dad la vuelta al mundo en una canoa de
papel.
Suscribios al Saturday Evening Post.
Masticad sólo por el lado
izquierdo de la boca.
Casaos con una mujer que tenga una sola pierna y
afeitaos con navaja.
Y grabad vuestro nombre en el brazo de
ella.
Lavaos los dientes con gasolina,
dormid todo el día y trepad a los
árboles por la noche.
Sed monjes y bebed perdigones y cerveza.
Mantened la
cabeza bajo el agua y tocad el violín.
Bailad la danza del vientre delante de
velas rosas.
Matad a vuestro perro.
Presentaos al Alcalde.
Vivid en un
barril,
partios la cabeza con un hacha.
Plantad tulipanes bajo la
lluvia.
Pero no escribáis poesía.
Charles Bukowski
-Poemas sueltos [1]-
Que cara de herido pongo
cuando te veo y me miro
por la ribera del hombro.
Enterrado me veo,
crucificado
en la cruz y en el hoyo
del desengaño:
qué mala Luna
me ha empujado a quererte
como a ninguna.
Don Miguel Hernández
-La risa que me escondes (III)-
Y no vuelvas a mirarme con esos ojos de niña
sin padre.
Y no vuelvas a llamarme con esa voz de mujer
desesperada.
Y no vuelvas a pronunciar mi nombre con los
labios pintados.
Y apaga las luces.
Y cierra la puerta.
Y aparca bien el coche.
Y deja de fumar.
Y no te vayas.
Juan Carlos Aragón Becerra
-Sin la luz-
Dicen que el amor es ciego
y no lo niego
seguramente así es.
Por eso te veo con mis dedos
por eso me sé tu piel.
Y nos volvemos ciegos los dos
si con nuestras manos
nos hablamos en el lenguaje del amor.
Antonio Pedro Serrano
-Buenos días, Gabriel-
Tres poetas en uno
semillero de tantos más
tu alma insumisa
se topó con la muerte y su pesquisa.
La puso a cuidar tu invernadero
especialista en empezar de cero
detonaste al bomba de la risa
sin dios, sin espejismos y sin prisa.
Perro viejo
filósofo
ingeniero fiel a tu gente.
Ya tú mismo
a pesar de tus ráfagas de triste
te encaraste jovial con el abismo
hombre en medio del mundo
y hombre a solas junto al mar
fuiste humilde y escribiste
simplemente
las olas, olas siempre serán.
Mario Benedetti
-Rima XX-
Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos,
también puede besar con la mirada.
Gustavo Adolfo Bécquer