No hay musa sin Luna,
no hay inspiración
sin unos labios claros
coloreados con pintura.
No existe, porque más allá,
como Quijote negro
he andado y cabalgado
en busca de ese miedo.
Y no he hallado más que nada,
no hay nada en las olas
si la tierra que aguarda
no se viste de arena.
No hay espera en las horas
si el minutero no taconea
persiguiendo el amarre
en el puerto de otro desliz.
No hay principio ni morir feliz,
no hay sino madre
sufriendo por la pena
de su hijo en condena.
No hay dulcinea sin trenza,
que como hoja de otoño,
se posa y balancea
en su manga izquierda.
No hay calor tras el amor
si no son las sábanas
miradas de cuatro ojos
y un corazón.
No hay un atisbo de vida
tras el estéril grito
del náufrago perdido
en su amada isla.
No hay
sin poesía.
Enrique Urbano
…
No hay sin prolongación.
(NADA en busca de tu arena)
…
Un abrazo.