Allí estaba yo,
rodeado de moqueta,
de palcos y butacas
ordenadas en filera.
Y estaba como cualquiera,
pero sin estar como estaba
el bigotes de mi derecha,
que olía a pan de lentejas.
Encañonaba el escenario
un foco sujeto a un cordel,
soportado por un becario,
el más veterano del burdel.
Desde platea al gallinero,
suenan bronquios obstruidos,
el ruido del tabaco negro,
salta de dama en caballero.
Un telón vestido de rojo,
centenares de vidriosos
ojos vestidos a la par,
el pueblo ansía soñar.
Oscuridad,
el silencio,
desacompasados,
¡qué más da!
Una guitarra celestial
quejando por su mal,
un piano inmortal
dejándose llevar.
De la Luna al Sol,
un verso en boca del actor,
nace otra historia de amor
larga vida Moulin Rouge.
Enrique Urbano
ojala un día encuentre todo lo aquí escrito en una visita a la libreria
Gracias Arian, y ojala nos encontremos en ella.
…
Viajaba al Moulin antes de concluir versos, estaba allí sin saberlo. Pero lo supe y ahora te felicito por correr un tupido velo, telón que no de acero, sino poético.
…
Abrazos.